El fin del mundo (cuento de ciencia ficción)

El día mas alocado de mi vida!

Era una mañana de un día cualquiera, como siempre mi mamá me fue a levantar, me puse el uniforme, bajé a desayunar, me lave los dientes y de mala gana fui a la escuela, en el auto iba escuchando el radio cuando de repente…

-Lamentamos interrumpir su programa, pero les advertimos que se calcula un terremoto en el Distrito Federal  a las 12:00 a.m. así que les pedimos que tomen sus precauciones y hagan un botiquín de emergencia.

Yo asustada dije… Mamá! Hay que tomar precauciones y  guardar lo necesario…y mi mamá me dijo

-No te preocupes hija, yo me preocupó por eso y tú preocúpate por estudiar.

Pero justo cuando llegué a la escuela la directora pensaba en cancelar las calases, pero la mitad de los alumnos ya estábamos ahí.

A primera hora nos tocaba español, y todos estábamos muy angustiados, pero la miss Vale nos dijo que no había de que preocuparse que todos íbamos a estar bien y que si pasaba algo ella salía primero.

Todos estábamos muy inquietos, no poníamos atención como de costumbre, entonces la miss nos dijo que si no nos calmábamos nos iba a dejar doble tarea pero todos empezamos a discutir sobre el terremotos, entonces de repente se escucha un fuerte trueno! Todos  nos asestamos y salimos a ver si no había pasado nada, pero el cielo estaba más gris que nunca y se había desatado un tormenta terrible, la miss dijo que permaneciéramos sentados en nuestro lugar y conserváramos la calma, pero enseguida la tierra se movió muy repentinamente y algunos nos caímos del impacto, en eso que la miss grita ¡Sálvense quien pueda! Y todos corrimos de un lado a otro, era un tremendo caos… entonces sonó la campana de sismo y todos salimos corriendo, en el pasillo solo se escuchaban gritos de desesperación y terror, en las escaleras todos se aventaban y algunos se quedaba tirados, nadie los ayudaba de la desesperación de salvarse. Cuando por fin pudimos bajar, nos encontramos en el punto de seguridad y la directora estaba tratando de calmarnos, pero cada vez era más imposible, pasaron  15 minutos y la tormenta se ponía más horrible, el cielo cada vez más gris. Entonces la directora prendió el radio para ver que iba a pasar..

-Les anunciamos que esto se está poniendo peor. Nunca había visto algo así, todos tomen mediadas de precaución porque me avisan que esto en lugar de mejorar, va a empeorar.

La directora muy asustada, trató de localizar a los padres, pero no había línea, entonces esperamos…Y de repente se sintió un fuerte viento, tan fuerte que algunas sillas y escritorios salieron volando de los salones.  Todos estábamos muy asustados, luego de las sillas volando, la miss Ruth solo corría para todos lados, con su frase de ¡Oh caracoles! Esto parece ser el fin del mundo! Entonces, eso alteraba a todos y nos ponía más nervioso, la miss vale le dijo que se tranquilizara y le dio un té. Luego sin mas el piso se empezó a abrir a la mitad y los truenos estaban más fuerte que nunca, luego de en medio de la tierra empezó a salir una especie de gelatina naranja que salpico a todos, pero con la tormenta casi no se sintió. Después a lo lejos se veían a los más grandes edificios del Distrito Federal desvanecerse, la mita que pudimos, salimos a la calle, y todo estaba peor, gente corriendo por todos lados, llorando, casa incendiándose por todas parte, niños buscando a sus madres; pero había un niño que me llamo la atención, luego no lo tome mucho en cuenta, pero él se me acerco, parecía tener 5 años, y me pidió ayuda para encontrar a su madre. Y yo dije… ¡Quiero ir al cielo! Entonces decidí ayudar al niño, separándome de mi grupo. Le pregunte al niño como era su madre, y el dijo que traía una blusa morada con una falda rosa, era alta, piel morena y tenia rizos. Pero era casi imposible ver con el cielo casi negro, parecía ser de noche,  y entre las llamas y gritos de desesperación decidí buscar a su madre. Lugo de 5 desesperantes horas, decidí que era bueno descansar, tomé asiento junto con el niño en un pedazo de banqueta. De repente del cielo se veían 5 grandes luces naranjas. Bajaban haciendo ruidos muy extraños,  y todos estábamos más asustados que nunca, empezamos a imaginar cosas como, son aviones que vienen al rescate, unos gritaban que eran superhéroes, y yo y otros más decíamos que eran... Extraterrestres!

Después de casi 5 minutos al fin terminaron de bajar, y definitivamente, eran naves alienígenas, cuando decidieron bajar salió gas que al principio impedía la vista de aquellos extraños seres, pero luego el cielo se volvió claro, y la gran tormenta se fue calmando.

Esos seres eran altos, tenían 8 ojos, 5 pies, 12 manos y 8 enormes cerebros, al principio estaba muy asustada pero luego estaba realmente fascinada! Nunca había visto algo tan increíble, sacaron un aparato cuadrado muy raro, y no sé muy bien que hicieron. Ya habían pasado 2 días, pero nadie, absolutamente nadie, habíamos notado tal cosa. Pensábamos que en lugar de días, solo habíamos pasado horas en aquel infierno. El niño al fin encontró a su madre, pero no fue fácil, porque debido a la tormenta se había inundado esa zona, entonces es cuanto la vi, deje al pequeño en un lugar seguro, me metí a rescatar a su madre, y su madre casi sin aliento me dijo       “Muchas gracias, hablare bien de ti con dios” pero yo le dije que ella iba a estar bien y que el tiempo en el que ella tenía que hablar bien de mi con dios era todavía muy lejano. Entonces la saqué, y le di de beber agua, y la cobije con trapos viejos que habían en un árbol, (tuve que subir al árbol para poder obtener esos trapos). El niño y la madre estaban realmente felices y fueron con los Paramédicos y ellos al mismo tiempo voltearon, me sonrieron y dijeron “ Gracias” yo estaba realmente orgullosa de mi, pero a la vez preocupada porque ahora estaba sola y sin saber nada de mis familiares y amigos, el caos en vez de mejorar crecía, porque eran miles de personas heridas e incontables gritos de desesperación, en todas parte que voltearas había fuego, agua estancada, y un desastre total, entonces de repente alguien me tocó el hombro y era mi mejor amiga. Decidimos   que era bueno descansar y nos dormimos. Cuando despertamos estábamos en una calle desconocida, pero todo estaba en su lugar ya no había gritos, ni fuego. Entonces le llame a mi mamá y en menos de 10 minutos nos recogió y fuimos a mi casa a descansar. Le pregunte a mi mamá que había ocurrido y me dijo

-Nada, solo no olvides ese día con una gran sonrisa en el rostro. FIN 

AIRAM ÁVALOS